1 Prin espió hacia afuera por entre las rodillas de papá pingüino. Tenía ahora tres semanas de edad.
2 Graznó, esperando atraer su atención. En primer lugar, los pingüinos de penacho amarillo no eran grandes, y el nido de sus padres estaba detrás de una gran roca. ¡Ella quería un nido con una buena vista!
3 Prin trató de escabullirse del nido de piedras, pero su papá la sostuvo con firmeza.
4 "Quédate ahí, Princesa", le graznó.
5 "Quiero salir y mirar por ahí", respondió ella.
6 "No todavía", dijo el papá. "No eres lo suficientemente grande. Si andas sola, te podría atacar un págalo, un petrel, o hasta una gaviota. No hay nada que les guste más que comer pingüinitas".
7 Prin se agazapó una vez más. No quería que la vieran, ni que se la comieran.
8 La pingüinita intentó tener paciencia. Su mamá venía una vez al día a alimentarla. Sus plumas de pingüino adulto olían como la sal del océano.
9 Finalmente, su mamá llegó un día y alimentó a Prin hasta que ya no pudo comer más. Prin sintió que casi no podía moverse.
Paragraphs 10 to 20:
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