1 Cuando Mariana López llegó a la orilla del agua glacial, supo que había cometido un error. Le gustaba que el agua del baño tibia y el chocolate, caliente. ¿Qué la había hecho aceptar el desafío de ir a nadar en invierno con el Club del Oso Polar? Nadar en agua helada había sido una tradición del Club del Oso Polar durante décadas. Sin embargo, la familia de Mariana tenía una tradición diferente. Cuando nadaban, lo hacían en una piscina cerrada climatizada. ¿En qué había estado pensando?
2 Miró detenidamente el agua desde la seguridad del muelle. ¡La temperatura era tan baja que hasta los peces estaban tiritando! El lejano sol no hacía nada para ahuyentar el frío del aire. Mariana miró sus bronceados brazos. ¡Su piel de gallina tenía piel de gallina!
3 "Oye, niñita, ¿estás lista para ser un verdadero oso polar?"
4 Mariana se volvió para mirar a la Sra. Fleming. Llevaba chancletas azules en sus pálidos pies blancos. Su cuerpo bajo y regordete estaba metido dentro de un traje de baño floral anaranjado. La pequeña falda de baño no hacía nada para esconder los muslos blancos con hoyuelos. ¡La Sra. Fleming era blanca como un oso polar! La idea casi dibujó una sonrisa en el rostro de Mariana, pero hacía demasiado frío para sonreír.
5 "Creo que cambié de opinión", dijo Mariana, apretando más la mullida toalla amarilla alrededor de su cuerpo vestido con una tankini. Sus rodillas se estaban golpeando casi tan rápido como sus dientes castañeteaban.
6 La Sra. Fleming se volvió hacia la multitud que se reunía. Con las manos ahuecadas alrededor de la boca, gritó: "¡Tenemos una gallina entre nosotros!"
7 Mariana se sonrojó y protestó. "No soy una gallina. ¡Tengo frío!"
8 Un joven con cabello puntiagudo y barba de chivo se acercó a Mariana. "¡No sabes lo que es el frío hasta que te has zambullido!"
9 "¿Y por qué lo haces?" preguntó Mariana, esforzándose mucho para no tiritar.
Paragraphs 10 to 22:
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