1 Maggie observó a Melody con una mirada interrogativa en la cara. Melody acababa de tomar el encantador salero con forma de cerdito bebé, puso un poco de sal en su mano derecha y la arrojó sobre su hombro izquierdo.
2 "¿Para qué hiciste eso?" preguntó Maggie.
3 "Lo hice para tener buena suerte", respondió Melody.
4 Maggie sacudió la cabeza. "No te entiendo. ¿Por qué arrojarías una pizca de sal sobre el hombro?"
5 "Bueno, en el curso de verano aprendí lo importante que es la sal para nosotros. ¿Sabías que los griegos y los egipcios arrojaban sal sobre el hombro para mantener alejada la mala suerte? Supuse que no me haría mal hacerlo yo también".
6 Maggie miró al techo y suspiró. Su amiga siempre probaba nuevos métodos para tener buena suerte en su vida. A veces Melody parecía un poco extraña, pero a Maggie le agradaba igualmente. Aunque tenía una imaginación desbordante, Melody era una persona amable e inteligente y Maggie aprendía mucho de ella.
7 "¿Qué más aprendiste de la sal?" preguntó Maggie.
8 "Aprendí que los romanos pagaban a sus soldados dinero que se usaba para comprar sal. Se lo llamaba 'salarium', que significaba 'dinero de sal', y es de donde viene nuestra palabra 'salario'.
9 "No estoy segura de si querría que me pagaran con sal", sugirió Maggie.
Paragraphs 10 to 21:
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