1 El abuelo estaba de pie en la rompiente con sus pantalones impermeables que le llegaban hasta el pecho. Se volteó para asegurarse de que no hubiera nadie detrás de él en la oscuridad. Entonces llevó la caña de pescar de doce pies hacia atrás con ambas manos y la balanceó hacia adelante para que el señuelo llegara bien lejos entre las olas.
2 El carrete silbaba a medida que la línea corría a gran velocidad. Luego redujo la velocidad y se detuvo cuando el señuelo cayó al agua. Las gaviotas dormían y el sonido más fuerte era el que hacían las olas al llegar a la costa.
3 Al abuelo le gustaba pescar en la playa de noche. Le gustaba estar solo para poder pensar. Se sobresaltó cuando escuchó una voz detrás de él.
4 "Perdóname si te asusté, abuelo", dijo su nieta Megan.
5 "Está bien, cariño", dijo el abuelo. Caminó fuera de la rompiente y colocó la caña en un soporte.
6 Megan miró el océano y luego los bordes de la playa.
7 "¿Abuelo?" preguntó. "¿Por qué la playa parece más estrecha ahora? ¿Es porque es de noche?"
8 El abuelo sonrió y sacudió la cabeza. "No, es por la marea. Ahora la marea está alta, y se llama pleamar. Pronto comenzará a bajar otra vez".
9 Megan lo miró como si pensara que estaba bromeando con ella. "¿Qué hace que el agua suba y baje?" preguntó.
Paragraphs 10 to 27:
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