1 -¿Por qué todo me pasa a mí?-
2 Se viene chocando el mundo de Reva Alden. Todavía sintiendo la confusión del divorcio de sus padres, el último anuncio de su madre le había pegado fuerte a ella.
3 -Vamos a mudarnos.-
4 Su casa estaba de venta así que Reva ya sabía que iban a mudarse. Pensaba que iban a encontrar una casa más pequeña o un apartamento en algún lado de Pleasantville donde todos sus amigas y el padre de Reva vivía. Pero, no. ¡El mudarse les llevaría hasta 500 millas de todo lo que Reva había conocido en su vida! Aun peor, no había ni una posibilidad de que se fueran a reunir sus padres con tanta distancia entre ellos.
5 -Tu bisabuela fue a vivir en un asilo y su casa está vacia,- dijo la Señora Alden a su hija triste. -Podemos vivir allí gratis y cuidar la casa. Abuela se sentirá mejor sabiendo que estamos allí cuidando su casa.- Dio una pausa mientras Reva se quejó. Después respiró profundamente y dijo austeramente, -No tengo dinero suficiente para comprar algo diferente. Tu padre no gana bastante dinero en su trabajo nuevo para pagar la cuenta de nuestra casa y el alquiler para su apartamento y yo no puedo pagarla sola.- Se le llegaron lágrimas a sus ojos de repente. -¡Estoy haciendo todo lo que puedo!-
6 Muy sorprendida, Reva esperó hasta que su madre se apuró a su propia habitación y cerró la puerta antes de pegar su almohada con su puño apretado. -¡No es justo!- lloraba ella. Sólo había dolor donde una vez estaba su corazón. -¡No es justo!- Lágrimas calientes se le cayeron, causando que sus ojos inflamaran y su piel se sintiera mojada e irritada. Reva se sentía muy sola en el mundo. Odiaba a sus padres. Todo estaba malo y les echaba toda la culpa a ellos. Jamás volvería a ser feliz.
7 Dos semanas después, Reva estaba organizando sus cosas en una habitación pequeña en una casa vieja en un pueblecito. Se sentía mucho resentimiento por su padre por haber causado que ellos se mudaran. Resentía a su madre por no haber tratado más de encontrar una manera de quedarse en Pleasantville. -Jamás les perdonaré,- se decía al organizar su colección de animales de peluche en su tocador. Cariciaba la foca azul que su mejor amiga, Caitlin, le había regalado al despedirse. -Nunca.-
8 Ella cumplió con esa promesa. Casi no le hablaba a su madre. Negó hablar mucho cuando su padre le llamaba. Les haría sufrir por lo que habían hecho. Se sentirían lamento por haber destrozado su vida.
9 En cuanto a su escuela nueva, Reva no la hizo caso tampoco. No quería estar allí, y no le importaba quien lo sabía. Comía sola en el almuerzo y negó juntarse con la banda aunque tocaba el clarinete en su otra escuela.
10 Un día, acerca de dos semanas después de mudarse, algo raro pasó. La chica más popular de la clase de Reva, Sara Ann Millar, empezó a hacerse amiga de ella.
11 -Me gusta tu ropa,- dijo Sara con una sonrisa amigable al esperar para usar el sacapuntas.
Paragraphs 12 to 29:
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