1 Dusty and Daphne pararon al frente de la tienda más grande de ropa de segunda en la ciudad. Corrieron para ver quien era el primero en entrar. De haber habido transeúntes,
2 se hubieran reído al ver a los mellizos de piernas largas enredarse y caerse en contra de la puerta de cristal. Riendo, Dusty se levantó ayudándose con la manija de la puerta y sacudió su cabellera castaña para apartarla de sus ojos grises. Las mejillas de Daphne estaban rojas de vergüenza al acomodar su falda y su cinta de pelo multicolor, que mantenía su cabello castaño ondulado apartado de su cara.
3 -Espero que nadie haya visto eso,- murmuró Daphne mientras Dusty abría la puerta.
4 -Es mejor que lo olvides,- dijo Dusty al entrar a la tienda.
5 Dusty acomodó sus vaqueros y caminó con aire arrogante a través del piso de linóleo rayado, a la sección de libros. Su playera de un amarillo intenso, lo hacía fácil de ver mientras leía los títulos en la mesa de descuentos. Más allá de la mesa, había estantes con repisas negras llenas de libros, que estaban reclinados en las gastadas paredes beige.
6 Daphne tomó unos pasos en la tienda. Paró para dar un vistazo a las diferentes secciones. Con 20 dólares en su coqueto monedero rosa, ¡estaba segura de encontrar algo que valiera la pena!
7 La sección de bolsos se veía prometedora. Varios bolsos decorados con lentejuelas, cuentas y dijes llamaron su atención. ¡Una chica bella nunca puede tener suficientes bolsos! dio una ojeada a la sección de los zapatos. Normalmente, los zapatos usados le daban escalofríos, pero Dusty encontró un par en su número la vez pasada, y no parecían muy usados. El chico que fue el dueño probablemente creció demasiado rápido antes de que los pudiera desgastar. ¡Quizá Daphne tendría suerte y encontraría un par de zapatos lindos que ni siquiera estuvieran usados!
8 Daphne dio una ojeada rápida a la sección de sombreros, la de los vestidos, la de los pantalones y las blusas. Había un calidoscopio de colores que abrillantaban al cuatro y a los ojos. Vio varias cabezas agachadas examinando la mercancía; podía oír los ganchos hacer contacto con los tubos de metal. Era como música llamándola por su nombre. Después de tomar una decisión, Daphne se dirigió llena de propósito hacia la ropa.
9 Los mellizos se encontraron más tarde entre la sección de cocina y las canastas. Dusty sonreía radiante al sostener un grueso libro.
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