1 El Ejército del Potomac estaba dividido por una ancha franja de agua. Una pequeña fuerza de avanzada había quedado aislada. En la ribera, el Mayor General George B. McClellan y su estado mayor formaron un tropel de azules mientras consideraban cuál era el mejor lugar para que cruzaran sus fuerzas. "Ojalá supiera qué tan profundo es... " se escuchó decir entre dientes al general.
2 Para el impetuoso joven edecán de McClellan, fue una señal. Espoleó a su caballo y se metió en el río. Se detuvo en el medio de la corriente de agua y miró hacia la orilla. Se puso de pie majestuosamente en los estribos. "¡Así de profundo es, General!" rugió. El edecán era el joven Capitán George A. Custer.
3 Ese don para acaparar el centro de atención marcó el rumbo de la mayor parte de la vida adulta de Custer. Nació en una familia de granjeros en Ohio, el 5 de diciembre de 1839. Se crió con varios hermanos y asistió a la escuela en Michigan. Trabajó un tiempo como maestro de escuela antes de ingresar a la Academia Militar de los EE. UU. en West Point. Su vacante para el exclusivo colegio provino de un hombre influyente de Ohio. Se contaba que el hombre estaba más determinado a proteger a su hija que a promover la carrera del joven Custer.
4 Custer sobresalió en West Point, pero por las razones equivocadas. Se salvó apenas de la expulsión más de una vez. Se graduó por los pelos, último en su clase. Custer salió de la escuela mientras se oían las primeras descargas en la Guerra entre los Estados. La primera tarea que se le asignó al joven oficial fue llevar mensajes para oficiales de la Unión en la Batalla de Bull Run. Alrededor de un año más tarde se unió al estado mayor de McClellan. A partir de allí, Custer pasó a diferentes niveles de mando en el Ejército de la Unión.
5 Las descripciones de las hazañas de Custer generalmente contienen dos palabras: extravagancia y gallardía. Muchos de sus éxitos los logró arrojándose y arrojando a sus hombres temerariamente a las fauces del peligro. Algunos decían que las cargas precipitadas de Custer eran más imprudentes que intrépidas. Su unidad con frecuencia parecía sufrir la mayor cantidad de bajas. Sin embargo, las tácticas llamativas funcionaban con la frecuencia suficiente como para mantener la carrera de Custer en rápido ascenso.
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