1 Había una vez una vaca llamada Bessie. Bessie vivía en una gran granja, en la que había vivido durante muchos años. Le encantaba comer la abundante hierba verde y los tréboles de su granja. Todos los días eran iguales. Salía del establo y seguía a las otras vacas hasta el final de las pasturas. Luego, comía hierba y volvía lentamente al establo. Por la noche, les daban algo de heno y después se iban a sus compartimientos a dormir. A veces Bessi pensaba que era un poco aburrido. Pero de tanto en tanto ocurría algo interesante. Como hoy.
2 Un grupo de niños en la edad de la escuela primaria vinieron hoy del campamento diurno local a visitar la granja. Estaban estudiando los animales de granja, así que habían venido a ver las vacas, las cabras, las gallinas y los caballos. Estaban intentando aprender algo nuevo, más allá de los datos estándar sobre ellos. Bessie sabía de algo único que podía compartir, si tan solo pudiera hablar.
3 Así que Bessie hizo lo mejor que podía hacer. Eructó. Y volvió a hacerlo, una y otra vez. Comió varios bocados de hierba, masticó y tragó y, volvió a eructar. Los niños comenzaron a reírse. Nunca habían visto a una vaca eructar tanto. De hecho, ¡nunca habían visto a una vaca eructar!
4 La Sra. Ellis, la maestra, sonrió. "Niños, creo que Bessie podría estar tratando de decirnos algo. ¿Sabían que las vacas producen una gran cantidad de gas?"
5 Los niños se rieron y la Sra. Ellis apenas podía contener su propia risa.
Paragraphs 6 to 14:
For the complete story with questions: click here for printable