1 Es irónico que alguien que nació con un nombre larguísimo ¡haya terminado siendo conocido por sólo una palabra! A este artista le dieron al nacer el nombre de Pablo Nepomuceno Crispín Crispiniano de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz Picasso. ¡Uf! No es de sorprender que luego se lo conociera como el brillante Picasso.
2 Nació el 25 de octubre de 1881 en Málaga, España. Su padre era pintor y también profesor de arte en la Escuela de Bellas Artes y Oficios. El joven Picasso mostraba un talento formidable. Algunos incluso lo consideraban un niño prodigio. Su padre le enseñó técnicas clásicas. El niño hacía con avidez bocetos de moldes de esculturas antiguas y pintaba retratos impactantes de sus familiares. Si hubiese querido ser un artista clásico, podría haber sido uno grandioso. Resulta curioso que nunca haya finalizado sus estudios universitarios en la Academia de Artes, lo que demuestra su espíritu independiente.
3 Si bien su padre le dio su sólida formación artística, la madre también tuvo un papel importante en su éxito futuro. Ella tenía una gran fe en su capacidad para llegar a la cima de cualquier campo que eligiese. Picasso dijo en una ocasión: "Mi madre me dijo: 'Si te haces soldado, serás general; si te haces monje, terminarás siendo el papa'. En cambio, me hice pintor y acabé siendo Picasso". ¡Quizás un curso al que no asistió fue al de humildad!
4 El estilo de Picasso cambió varias veces en el transcurso de su vida y su contribución más duradera al arte moderno fue el desarrollo de un estilo llamado cubismo. Picasso tuvo varios períodos artísticos reconocibles. Si piensas en la obra de su vida como un sundae, el primer período clásico podría ser la primera capa del postre, o el helado de vainilla: común y simple.
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