1 En la noche del 1º de agosto de 1786, Caroline Herschel subió al observatorio y vio algo peculiar. Aunque le encantaba ayudar a su hermano, William, en sus observaciones astronómicas, no tenía idea de qué se trataba ese objeto extraño. Escribió haber visto "una estrella fuera de foco, aunque el resto de las estrellas tuvieran absoluta nitidez". A la noche siguiente vio el mismo objeto una vez más y escribió con entusiasmo: "¡El objeto es un cometa!" A la mañana siguiente, los titulares de los periódicos proclamaban el descubrimiento del "cometa de una dama". Ninguna mujer había descubierto un cometa antes. Caroline se convirtió en un éxito de la noche a la mañana.
2 Su camino a la fama como astrónoma fue largo y difícil. Nació el 16 de marzo de 1750 en Hannover, Alemania. Su madre nunca quiso que asistiera a la escuela, por lo que la mantenía ocupada con tareas domésticas como barrer, fregar y cocinar. El único alivio del trabajo constante era cuando tenía sus lecciones de violín o cuando salía a observar las estrellas con su padre. Isaac Herschel era director de la banda de la Guardia Hannoveriana. Era pobre, pero les brindó a sus hijos lecciones de música y les transmitió su fascinación por los cielos.
3 Una noche de 1759, cuando Caroline tenía nueve años, su padre la llevó afuera a ver las estrellas. En el cielo negro y profundo, vieron un cuerpo brillante con forma de cometa. ¡Era el cometa Halley! Su padre le explicó que el cometa Halley aparecía cada setenta y cinco años y que sería una anciana cuando lo volviera a ver. Ver el cometa la inspiró para hacer algo especial con su vida.
4 Todo se volvió mucho más difícil para Caroline cuando su padre murió en 1767. Su madre viuda consideraba que la niña de 17 años debía permanecer en su hogar y ayudarla con las tareas domésticas. Sin embargo, Caroline tenía otras ideas. Su hermano William, que trabajaba en Inglaterra como organista, la invitó a trabajar para él como cantante y asistente musical. Su madre, afligida por perder los servicios de su hija en la casa, le dijo que sólo podía ir con una condición: tenía que demostrar que era útil para su hermano; de lo contrario, debía regresar a Alemania en dos años.
5 William le enseñó a Caroline a cantar y a hablar en inglés, pero para aprender de dinero, iba al bullicioso mercado. Las esposas de los pescadores y los carniceros le gritaban en este nuevo idioma extraño. La tímida Caroline pagaba la carne, contaba el vuelto y volvía corriendo a su casa. A pesar de sentirse abrumada, siguió esforzándose y pronto dominó el tema del comercio. También se dedicó a cantar con éxito como soprano cinco noches a la semana. Caroline estaba demostrando ser útil en todo sentido.
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