1 Era una fría noche de otoño. Jake había ido a la casa de Matthew después de la escuela. Los padres de Matthew los habían llevado al Carnaval de Otoño del pueblo. Les había gustado todo, especialmente las rosquillas de manzana y la sidra. Sin embargo, se habían asustado mucho con la casa embrujada.
2 Allía estaba todo muy, muy oscuro. Había una bruja con un caldero grande en el que hervía una poción horrible. Había monstruos en cada rincón. Un científico loco intentaba convertirlos en monstruos. Habían visto telas de arañas, objetos que volaban y pequeñas criaturas que parecían escabullirse entre sus pies.
3 Jake y Matthew sabían que lo que habían visto en la casa embrujada había sido creado como una forma de diversión, pero ahora, mientras volvían caminando con los padres de Matthew, no podían quitarse esa sensación de miedo.
4 Esa noche, todo se sentía espeluznante. Había luna llena y el viento era frío y aullaba. Los niños podían haber jurado que habían oído algo que volaba cerca de sus cabezas. A medida que el grupo se acercaba a la casa de Matthew, Jake pensó por equivocación que la calabaza de la Noche de Brujas estaba le haciendo muecas.
5 Jake pensó: "Es hora de entrar", mientras corría por los escalones de la entrada.
6 La madre de Matthew dijo: "Vamos, niños. ¡A ponerse los pijamas! Prepararé unas palomitas de maíz. ¿Quién se queda levantado para ver una película de terror?"
7 Jake y Matthew gritaron al mismo tiempo: "¡Yo!" Después de todo, ¿quién se piede resistir a un buen susto? Bien, dos películas de miedo más tarde se hizo la hora de ir a la cama.
8 "¡A la cama, niños!" dijo la mamá. "Subiré en unos minutos para arroparlos".
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