1 La mujer alta, que llevaba una bata blanca y larga, entró al cuarto para exámenes.
2 -Buenos días,- dijo la doctora Cora, extendiendo la mano hacia la mujer que estaba sentada en la silla de la esquina.
3 La señora Arroyo se levantó y tomó la mano de la doctora. -Gusto de verla.
4 La doctora sonrió a la señora Arroyo. Luego saludó al joven que estaba sentado en la camilla para exámenes. -Buenos días Emilio.
5 Emilio entrecerró sus ojos oscuros, consternado. -No quiero que me ponga un montón de inyecciones,- gimió.
6 La doctora Cora puso su mano en el hombro de Emilio. -Yo sé que no te gustan las vacunas. Pero son muy importantes. Necesitas ciertas inmunizaciones que te protegerán de enfermedades.
7 -¡Pero duelen!- dijo Emilio sacudiendo su cabeza de rizos negros en frustración. -Creo que es mejor enfermarme.
8 La señora Arroyo lo tomó de la barbilla y lo miró a los ojos. -No creo que quieras eso. Muchos niños mueren porque no están inmunizados. Somos muy afortunados de que estén disponibles para nosotros
9 Emilio suspiró profundamente. -Si no me queda otra opción.
10 La doctora Cora reviso el record médico de Emilio. -Parece que sólo necesitas una vacuna hoy. El resto de las vacunas están actualizadas.
11 -¡Sólo una!- dijo Emilio. -¡Fue peor la última vez!
Paragraphs 12 to 28:
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