1 Los dragones de Komodo son los lagartos más grandes del mundo. ¡Pueden alcanzar una longitud de 10 pies y un peso mayor a 250 libras! Los dragones de Komodo son animales en peligro de extinción. Quedan únicamente cerca de 5,000 dragones de Komodo viviendo en cuatro pequeñas islas de Indonesia. Los dragones de Komodo obtuvieron su nombre de la isla en donde fueron descubiertos por primera vez -la Isla Komodo. Algunas personas también los llaman "los monitores de la Isla Komodo" porque estos animales pertenecen al grupo de los lagartos monitores. Los monitores tienen cabeza puntiaguda, cuello largo, lengua similar a la de las serpientes, piernas fuertes, y cola poderosa. Son carnívoros. Pueden atacar a animales vivos o alimentarse de carne en descomposición. Los monitores de Savannah (también llamados monitores del Cabo) y los monitores del Nilo también son miembros de la familia de los monitores.
2 A pesar de su gran tamaño, los dragones de Komodo son corredores rápidos de distancias cortas. ¡Pueden correr hasta 12 millas por hora en un periodo corto de tiempo! Sin embargo, los dragones de Komodo raramente persiguen a su presa. En lugar de eso, son depredadores cautelosos -se esconden quedándose inmóviles durante horas esperando que su comida se acerque. ¡Cuando los dragones de Komodo localizan a una presa, le tienden una emboscada corriendo fuera de su escondite a una velocidad máxima! Los dragones de Komodo pueden utilizar estrategias diferentes de ataque dependiendo del tamaño de su presa. Si los dragones de Komodo tienden una emboscada a una presa más grande que ellos, como un venado o un búfalo de la India, primero atacan sus patas para derribar a su presa y hacerla perder el equilibrio. Si están enfrentándose a una presa más pequeña que ellos, como un pájaro o una cría de dragón de Komodo, primero se dirigen a su cuello.
3 Algunas veces parece que su ataque falla, cuando su presa puede levantarse y escapar. Sin embargo, el animal herido no va a vivir por mucho tiempo. La saliva de los dragones de Komodo contiene bacterias mortales. Cuando los dragones de Komodo lanzan un ataque y muerden a su presa con sus colmillos planos y dentados, también transmiten su saliva a la víctima. El animal en fuga muere algunas horas o días después a causa de las heridas infectadas.
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